La situación que enfrenta el país en los últimos días, es consecuencia de las reiteradas demandas que los gremios y población en general reclaman. Coincidimos en su validez y nos unimos al clamor para que sean resueltas y así evitar mayores consecuencias en todos los sectores.
Los gobiernos locales, con fundamento en su responsabilidad de velar por el bienestar de la población y comprometidos con la construcción del desarrollo con equidad, reconocemos que Panamá vive hoy una oportunidad de lograr un consenso para el bien común.
Es necesario atender las legítimas reivindicaciones sociales sobre la canasta básica, el alto costo de la vida, sin embargo, las acciones que se realicen en este sentido requieren ser basadas en el respeto y dentro de los límites razonables. El espacio para el debate y consenso está abierto y es allí, donde se pueden plantear las ideas para llegar a los acuerdos que el país requiere.
Nuestra ocupación cotidiana de responder a las necesidades del pueblo que toca a las puertas de nuestros municipios e incluso de nuestros hogares, nos hace coincidir con la prioridad dada actualmente a los temas nacionales que se tratan en la Mesa de Diálogo y concordamos en la urgencia de que avance para el bien del país.
Esa misma proximidad a la población de los distritos y corregimientos nos permite constatar también los riesgos a la calidad de vida por las implicaciones de los cierres en materia de alimentación, salud, producción, educación e integridad de las vidas, por lo que solicitamos se abran las vías públicas.
Por lo antes expuesto, llamamos a una pronta solución y manifestamos nuestra disponibilidad a incorporarnos a la Mesa de Diálogo y aportar en las transformaciones estructurales que garanticen derechos ciudadanos, calidad de vida y justicia social.